Metal Gear Solid Delta: Snake Eater ha recibido elogios por su fidelidad al clásico, pero su rendimiento en consolas de nueva generación deja mucho que desear. En PC, el juego mantiene un límite de 60 fps que, aunque no es ideal, no afecta significativamente la experiencia. Sin embargo, en PlayStation 5, la situación es más problemática, especialmente en el modo de rendimiento, donde los fotogramas por segundo no alcanzan niveles óptimos.
El análisis técnico de Digital Foundry revela que la versión para PS5 base oscila entre 40 y 60 fps, con caídas a 30 fps en momentos clave. La situación empeora en PS5 Pro, donde no solo no hay opción para ajustar los fps, sino que el rendimiento es incluso inferior al de la consola estándar. A pesar de gráficos más detallados, la Pro no logra mantener una tasa estable de 60 fps, y en algunos casos, el juego funciona peor que en la versión básica.
Problemas de rendimiento en PlayStation 5 y PS5 Pro
Según los expertos, la PS5 Pro no solo no mejora el rendimiento, sino que en promedio ofrece menos fps que la PS5 básica. Además, no es posible ejecutar la versión estándar del juego en la Pro para evitar estos problemas. La inclusión de PSSR en la Pro, aunque mejora algunos aspectos gráficos, genera imágenes más borrosas y no compensa la pérdida de fluidez.
La otra sorpresa es que la velocidad de fotogramas en PS5 Pro en el juego, es en promedio inferior a la del modo de rendimiento de la PS5 básica. Por ejemplo, la zona de aterrizaje inicial muestra inmediatamente caídas por debajo de 60, mientras que en la PS5 básica no hay ninguna, y la diferencia no hace más que aumentar a partir de ahí.
Konami ha anunciado que lanzará un modo multijugador llamado Fox Hunt después del lanzamiento, lo que podría incluir mejoras de rendimiento. Hasta entonces, los jugadores en consolas de Sony tendrán que lidiar con estos inconvenientes técnicos, que contrastan con la calidad visual y narrativa del remake.