Tras la presentación de la serie Pixel 10 en Nueva York, la comunidad de usuarios empezó a compartir sus primeras impresiones en foros como Reddit. Lo que llamó mi atención no fueron los elogios habituales a la cámara o a la pantalla, sino una serie de reportes que describen fallos en la carga inalámbrica de los modelos más recientes. Y ojo, porque esto no es una tontería, se trata de un teléfono que cuesta bastante pasta.
Los testimonios indican que, al colocar el dispositivo sobre un cargador Qi convencional, la carga se interrumpe después de pocos segundos o minutos. En algunos casos, la potencia se reduce a apenas 5 W, incluso con cargadores que antes funcionaban sin problemas, como el Pixel Stand de segunda generación. ¿Recuerdas que estuvimos hablando de las ventajas de esto hace unas semanas, pues parece que a Google se la ha atragantado.
Pixel 10 y la transición a Qi2
Según el análisis publicado por 9to5Google, la raíz del problema podría estar vinculada a la adopción del nuevo estándar Qi2 y al cambio del Perfil de potencia extendida (EPP) al Perfil de potencia magnética (MPP). Ambos perfiles permiten hasta 15 W, pero MPP incorpora imanes para alinear el teléfono, una característica que no todos los cargadores antiguos soportan.
Probé dos Pixel 10 Pro XL diferentes y dos Pixel Stand 2 diferentes, y todos hacen lo mismo. El teléfono parece que está cargando por 2-3 segundos, luego la luz naranja del cargador empieza a parpadear y el teléfono deja de cargar. Esto continúa en un bucle sin fin.
Sospecho que son los imanes integrados. Tuve problemas similares con un P9PXL con una funda magnética.
El consorcio WPC no ha impuesto límites de potencia para cargadores que no estén certificados en Qi2, lo que deja a los usuarios con equipos más viejos en una zona gris de compatibilidad. El Pixel Stand anterior, basado en una solución semipropietaria, parece quedar fuera de la ecuación al no reconocer el nuevo método de alineación magnética.
Pixel 10: recomendaciones temporales
Mientras Google no publique una solución oficial, la recomendación más segura es recurrir a cargadores con certificación Qi2. La compañía lanzó este año el PixelSnap, un accesorio que se adhiere a la parte trasera del teléfono y ofrece hasta 25 W para el Pixel 10 Pro XL y 15 W para los demás modelos de la gama. El PixelSnap funciona de forma similar al MagSafe de Apple, utilizando imanes para garantizar una alineación precisa y evitar los cortes de energía que se describen en los foros. Hasta ahora, los usuarios que lo han probado reportan una carga estable y sin retrocesos.
Google aún no ha confirmado si lanzará una actualización de firmware para corregir la incompatibilidad con cargadores Qi anteriores, ni ha anunciado un programa de sustitución de hardware. La empresa suele responder a este tipo de incidencias con parches que ajustan la gestión de energía, pero la falta de información oficial genera incertidumbre entre los compradores.
En mi seguimiento de la situación, he notado que algunos desarrolladores de accesorios ya están trabajando en adaptadores que añaden la capa magnética requerida para que los cargadores Qi tradicionales puedan comunicarse con los nuevos Pixel. Si estos adaptadores llegan al mercado, podrían ofrecer una solución intermedia mientras Google finaliza su respuesta.
