En un panorama de videojuegos a menudo dominado por la acción frenética y los complejos sistemas de progresión, podemos disfrutar de obras que se distinguen por su enfoque en la narrativa y la atmósfera. Gloomy Eyes es uno de esos títulos, una aventura que invita al jugador a un mundo donde el sol, cansado de la humanidad, ha decidido ocultarse para siempre, sumiendo al planeta en una noche perpetua.
En este universo de sombras, el conflicto entre vivos y no muertos ha alcanzado su punto álgido, convirtiendo la existencia misma de los zombis en un acto ilegal. Sin embargo, la esperanza florece en el vínculo inusual entre dos almas: Gloomy, un dulce niño zombi, y Nena, una astuta niña humana. Su amistad, prohibida por las reglas de este mundo desolado, se convierte en el motor de una misión para encontrar el sol y restaurar la luz. La premisa de Gloomy Eyes se construye sobre una dualidad deliberada. Por un lado, presenta un escenario macabro y desolador, un «cuento de hadas sombrío» plagado de muertos y de cazadores de zombis. Por otro lado, la experiencia es descrita como «terror acogedor y espeluznante», un relato que se abstiene por completo de la sangre y los sustos repentinos para centrarse en una atmósfera caprichosa y conmovedora.
Esta yuxtaposición de lo macabro y lo mágico es la esencia de la identidad del juego y constituye la base de su atractivo emocional. Un aspecto fundamental para comprender la naturaleza de Gloomy Eyes es su origen. Lejos de ser un concepto original para un videojuego, se trata de una adaptación de una galardonada serie animada en realidad virtual (VR) de 2019, que fue narrada por el renombrado artista Jorge Drexler en su versión en español y por el actor Colin Farrell en inglés. Este antecedente en un formato puramente narrativo explica la fuerte priorización del guion, la atmósfera y la dirección artística sobre las mecánicas de juego complejas. La transición de una experiencia cinematográfica de nicho a un videojuego lineal más accesible para múltiples plataformas representa un movimiento estratégico para expandir una propiedad intelectual exitosa más allá de su audiencia original en la VR, permitiendo que la emotiva historia alcance a un público mucho más amplio.
Apartado técnico
Gloomy Eyes: The Game ha sido un esfuerzo colaborativo entre múltiples estudios, lo cual subraya la ambición del proyecto. El juego fue coproducido por Atlas V, 3DAR y Be Revolution, con el creador y desarrollador principal siendo Fishing Cactus.8 El rol de distribuidor recayó en ARTE France, una entidad pública europea con una década de historia apoyando videojuegos independientes, y Untold Tales. Esta participación de ARTE France no solo valida la calidad artística del proyecto, sino que también lo posiciona como una obra de autor, alejada de las tendencias comerciales de la industria. Aunque nuestra review está basada en la versión para PC, lo cierto es que el juego ha tenido un lanzamiento multiplataforma, asíq ue también puedes jugarlo en Xbox, PS5 y Switch 2.
Pero como decía, nosotros hemos jugado a la versión de PC, por lo que te dejo por aqui los requisitos del requisitos de sistema, que son bastante modestos y accesibles. La configuración mínima requiere un procesador Intel i5-6400 o AMD FX-8350, 8 GB de RAM y una tarjeta gráfica NVIDIA GTX 1050 Ti o AMD Radeon RX 580.13 Estos requisitos demuestran que el juego está optimizado para un público amplio, priorizando la accesibilidad por encima de la exigencia técnica, un rasgo común en el sector de los videojuegos independientes.
El estilo artístico de Gloomy Eyes es, sin lugar a dudas, su característica más distintiva y aclamada. La estética visual es constantemente comparada con el trabajo del director Tim Burton y de los estudios Laika, conocidos por películas como Coraline y The Nightmare Before Christmas. Esta influencia se manifiesta en personajes con cabezas y ojos grandes, un diseño de escenarios gótico y la perfecta fusión de lo «espeluznante pero acogedor». La dirección artística es la verdadera estrella del juego, un universo cuidadosamente creado que rebosa encanto macabro y una belleza inquietante. El hecho de que la mayoría de las reseñas coincidan en que el estilo visual es el punto más fuerte del juego sugiere que la visión artística es la verdadera esencia de la experiencia.
Más que un simple cumplido, esto puede interpretarse como un indicador para el público: si la estética gótica no es de tu agrado, es posible que no encuentres suficientes atractivos en otras áreas del juego para justificar tu tiempo.
Los dioramas rotatorios como protagonistas
Los niveles de Gloomy Eyes no son simples escenarios; son «impresionantes dioramas giratorios hechos a mano». Esta mecánica permite al jugador rotar y acercar la cámara para explorar estos mundos en miniatura desde múltiples ángulos. El diseño de diorama es una herramienta de jugabilidad ingeniosa que no solo enriquece la inmersión visual, sino que también es crucial para resolver puzles y descubrir secretos ocultos.La implementación de este sistema de cámara es una evolución directa de la experiencia de realidad virtual original. En la versión VR, el jugador se movía físicamente para observar la escena desde diferentes puntos de vista. El juego traslada esta libertad de movimiento a una mecánica de cámara controlada por el mando, lo que, en teoría, debería ofrecer la misma libertad para observar el entorno. No obstante, esta traducción no es perfecta. Lo diré claramente, el control de la cámara no es «tan preciso o flexible como me gustaría».
Esta falta de fluidez puede generar frustración en momentos cruciales, especialmente cuando los puzles requieren una observación minuciosa de detalles que quedan fuera de vista por la rigidez del sistema, lo que afecta directamente la experiencia del usuario y demuestra una brecha entre la ambición visual del juego y su implementación técnica en la jugabilidad.
Jugabilidad
El jugador controla a Gloomy y a Nena de forma individual, alternando entre ellos con solo presionar un botón. El progreso a través de los niveles se basa en la sinergia entre sus habilidades y debilidades únicas, las cuales definen su rol dentro de la aventura. Como dije tan solo unos párrafos más arriba, la jugabilidad de Gloomy Eyes se centra en un concepto de «autocooperación» diseñado para un solo jugador. En cada nivel, el jugador debe alternar entre el control de Gloomy y Nena, utilizando sus habilidades únicas para resolver una serie de puzles ambientales. Para avanzar, se requiere la colaboración de ambos personajes.
Para que lo comprendas mejor, te dejo las habilidades de cada personaje:
- Gloomy: Representa la «fuerza» del dúo. Puede mover objetos pesados y lanzar otros objetos. Además, es inmune a los ataques de otros zombis. Su principal debilidad es la luz, que lo quema y le impide pasar por áreas iluminadas.
- Nena: Representa la «inteligencia». Puede saltar por encima de los huecos, pulsar botones y tirar de palancas. A diferencia de Gloomy, ella puede transitar por zonas con luz. Sin embargo, su vulnerabilidad son las mordidas de zombis.
El progreso en los niveles se logra al encontrar la sinergia entre sus fortalezas y debilidades. Por ejemplo, Nena puede pasar por un área iluminada para apagar una fuente de luz que Gloomy no puede atravesar, o Gloomy puede mover un objeto pesado para que Nena pueda seguir avanzando. Los puzles son consistentes y desafiantes, y requieren una observación detallada del entorno. El juego se compone de 14 capítulos y una vez que el jugador entiende el funcionamiento de los puzles, los niveles pueden completarse en cuestión de minutos.
Los niveles se presentan en forma de «dioramas giratorios hechos a mano». Esta mecánica permite al jugador rotar y acercar la cámara para observar el entorno desde múltiples ángulos, lo cual es fundamental para encontrar secretos y resolver puzles. Aunque esta vista de diorama es una característica clave, algunos críticos han señalado que el control de la cámara no siempre es tan preciso como se desearía.
¿Qué opino del juego?
Gloomy Eyes se queda justo por debajo de alcanzar el estatus de «legendario» de sus pares más aclamados, pero lo compensa con creces con su naturaleza «excelente». Es un título «imprescindible» para cualquier aficionado al género de puzles de aventura que busque una experiencia única y conmovedora. El juego ha demostrado que es posible traducir el encanto de una experiencia de VR a un formato de videojuego tradicional, y lo hace con un nivel de calidad que lo distingue del resto.
Su jugabilidad «autocoperativa» es una propuesta innovadora, y el diseño de sus puzles es generalmente sólido y gratificante. La narración, a cargo de un elenco de voces de primer nivel, envuelve al jugador en una emotiva historia que, a pesar de su predictibilidad, logra conmover. Si bien el juego tiene sus puntos débiles como los problemas ocasionales con el control de la cámara, algunos errores técnicos menores y un ritmo narrativo irregular, estos fallos no son lo suficientemente significativos como para opacar sus virtudes.
Al final, estos detalles pasan a un segundo plano cuando la calidad de la experiencia artística y la carga emocional del relato toman el control. El veredicto final es rotundamente positivo. Gloomy Eyes no es un juego de acción frenética, sino una «joya» para aquellos que valoran la atmósfera y una narrativa poética por encima de todo. Es la experiencia de «terror acogedor» perfecta para una tarde, un cuento de hadas que te toca el corazón y te deja con una sensación de calidez en un mundo de oscuridad.
Recomiendo este juego a aquellos que les mole la animación gótica y a los jugadores que disfrutan de títulos como Gris, Brothers: A Tale of Two Sons o Cocoon, que ofrecen experiencias artísticas y narrativas en lugar de desafíos de destreza pura. Es una aventura corta, pero cada momento está tan cuidado que se siente completa, una prueba de que la calidad puede prevalecer sobre la cantidad.