El estudio Dvora Studio y la editorial Headup Games han confirmado el desarrollo de The Coma 3: Bloodlines, la secuela del aclamado survival horror en 2D. El título llegará a PC a través de Steam y a consolas no especificadas, con una fecha de lanzamiento prevista para 2026. La noticia llega tras el éxito de las entregas anteriores, que consolidaron la franquicia como una referencia dentro del género.
La nueva entrega promete profundizar en la narrativa oscura y atmosférica que caracterizó a sus predecesores, manteniendo el enfoque en la exploración, la resolución de puzzles y la huida constante de amenazas sobrenaturales. Los jugadores deberán navegar por un mundo plagado de marionetas y criaturas de sombras, mientras descubren los secretos detrás del caos que envuelve a tres personajes principales.
The Coma 3: Bloodlines ofrece un terror diferente
Ambientado en Seúl, Corea del Sur, el juego explora la historia de la Escuela Secundaria Privada Sehwa, un lugar con un pasado oscuro vinculado a la Fundación Sehwa. Esta organización investigaba el submundo maldito conocido como «El Coma», una dimensión paralela donde los muertos no descansan. Sin embargo, la aparición de los Vigilantes Fantasma, espectros del pasado, ha convertido nuevamente este reino en una pesadilla.
El título introduce nuevas ubicaciones, alejándose de los escenarios escolares de las entregas anteriores. Los jugadores enfrentarán desafíos en espacios más compactos, donde la tensión se intensifica debido a la falta de escapatorias. Además, el juego contará con cuatro jefes originales, cada uno con patrones de ataque únicos que exigirán estrategias distintas para sobrevivir.
Una entrega que cierra los episodios anteriores
Uno de los aspectos más destacados es la inclusión de tres personajes jugables, cada uno con habilidades y debilidades diferentes. Los jugadores podrán alternar entre ellos, lo que añade una capa adicional de estrategia a la experiencia. Este sistema permite abordar los desafíos desde múltiples perspectivas, enriqueciendo la narrativa y la jugabilidad.
La atmósfera del juego se enriquece con elementos de ocultismo y misterio, propios de la cultura coreana. Los jugadores descubrirán leyendas urbanas y secretos ocultos, mientras intentan descifrar en quién confiar. La historia cerrará los arcos argumentales iniciados en los juegos anteriores, ofreciendo respuestas a los misterios que han persistido desde entonces.
El diseño de áreas compactas y la mecánica de correr y esconderse se mantienen como pilares del gameplay. Las sombras y las marionetas seguirán siendo una amenaza constante, obligando a los jugadores a ser estratégicos en sus movimientos. La falta de combate directo refuerza la sensación de vulnerabilidad, un elemento clave en la experiencia de terror.
