El rodaje de Batman Parte II arrancará entre finales de abril y principios de mayo, según confirmó el director Matt Reeves en una reciente entrevista con Josh Horowitz para el podcast Happy Sad Confused. Aunque la preproducción ya está en marcha, Reeves y su equipo de guionistas —entre ellos Matson Tomlin— han dedicado los últimos meses a revisitar no solo los cómics clásicos del personaje, sino también películas ajenas al género de superhéroes. El objetivo, explicó, no era repetir la fórmula de The Batman (2022), sino expandir el retrato psicológico de Bruce Wayne, un aspecto que en la primera entrega quedó relegado tras la máscara.
Reeves fue cauto al hablar del villano principal, pero dejó claro que su elección responde a un criterio narrativo concreto: alguien cuya conexión con el pasado de Wayne obligue al personaje a confrontar capas de su identidad aún inexploradas en el cine. «La primera película se centra en Batman; esta vez queremos ahondar en lo que hay detrás», comentó. La decisión, añadió, surgió de un debate interno sobre qué antagonista podría servir como espejo de las contradicciones del protagonista, descartando opciones más superficiales de la galería de villanos de Gotham. No es un detalle menor: Reeves insistió en que, de concretarse una trilogía, cada entrega priorizará la evolución de Robert Pattinson como el Caballero Oscuro, evitando que los villanos acaparen el relato.
El villano y la visión a largo plazo
La identidad del nuevo antagonista sigue siendo un misterio, pero las pistas de Reeves apuntan a un perfil inusual dentro del cine de Batman. Durante la conversación, el director mencionó que el personaje elegido «nunca antes se había adaptado en acción real», lo que descarta nombres recurrentes como el Joker, Bane o el Enigma. Más allá del factor sorpresa, la clave está en cómo este villano interactuará con la historia personal de Wayne, algo que, según Reeves, «impulsó gran parte de la discusión creativa». La apuesta parece arriesgada: en lugar de recurrir a un icono del cómic, optan por un enfoque que exija al protagonista —y al espectador— replantearse su relación con Gotham y sus propios traumas.
Paralelamente, Reeves aclaró que, aunque ha mantenido conversaciones con James Gunn sobre el futuro del Universo DC, su prioridad sigue siendo cerrar su trilogía antes de explorar colaboraciones más amplias. «Quiero terminar lo que empezamos», afirmó, subrayando que Batman Parte II y su posible tercera entrega son proyectos autónomos dentro del «Batverso» que él mismo está construyendo. Esto incluye el spin-off de El Pingüino, con Colin Farrell retomando su papel, cuya producción avanza en paralelo pero sin interferir con el desarrollo de la secuela. Reeves dejó en claro que, por ahora, el foco está en consolidar una narrativa coherente para Pattinson, incluso si eso implica retrasar otros planes.
El proceso creativo y las influencias
Para definir el tono de la secuela, Reeves y Tomlin analizaron obras fuera del canon de superhéroes, buscando referentes que les permitieran profundizar en el drama humano detrás del mito. El director no citó títulos concretos, pero mencionó que el proceso incluyó desde cine negro clásico hasta thrillers psicológicos contemporáneos. La idea, dijo, era evitar que la película cayera en los lugares comunes del género, especialmente en un momento en que el público está acostumbrado a ver adaptaciones que priorizan la acción sobre la introspección. «No se trata de hacer algo distinto por serlo, sino de encontrar la manera más honesta de contar esta historia», aclaró.
Uno de los desafíos, reconoció, fue equilibrar la oscuridad inherente al personaje con una exploración que no resultara autocomplaciente. En The Batman, el enfoque en la corrupción de Gotham y la obsesión de Wayne por la justicia ya marcaron un contraste con versiones anteriores. Ahora, la meta es llevar ese conflicto un paso más allá, usando al villano como catalizador. Reeves no quiso adelantar detalles del guion, pero sí confirmó que el rodaje se extenderá varios meses, con locaciones que incluirán tanto sets en Los Ángeles como exteriores en lugares aún no revelados.