La actualización de agosto de 2025 para Windows 11, identificada como KB5063878, ha generado una serie de problemas técnicos que afectaron a varios usuarios. Entre los fallos reportados destacan errores en la transmisión de NDI con OBS, problemas con el instalador de Windows y, lo más grave, la corrupción de datos en unidades SSD NVMe. Algunos usuarios informaron que sus sistemas operativos desaparecían o que los discos presentaban fallos al manejar grandes volúmenes de información.
Tras la publicación de estos incidentes, Phison, fabricante de controladores para SSD, inició una investigación. Sin embargo, tras 4500 horas de pruebas, la empresa concluyó que no pudo replicar los errores reportados. Microsoft, por su parte, respaldó este hallazgo, asegurando que no existía una relación directa entre el parche y los fallos en las unidades. A pesar de esto, en redes sociales persistieron rumores sobre posibles fallos no detectados en las pruebas iniciales.
KB5063878 : La verdadera causa del problema
Un grupo de entusiastas de PC en China, conocido como PCDIY!, logró identificar la raíz del problema. Según su investigación, el fallo se originaba en versiones preliminares del firmware de ingeniería, activadas por las actualizaciones de Windows 11. Rose Lee, administradora del grupo, explicó que estos firmware no son los distribuidos en los productos finales, sino versiones de prueba que, en algunos casos, llegaron a los consumidores.
Phison confirmó posteriormente que los ingenieros lograron reproducir el problema en laboratorio, validando así las conclusiones del grupo PCDIY!. Según Lee, los SSD vendidos en el mercado minorista utilizan firmware oficial, ampliamente probado y sin las anomalías presentes en las versiones preliminares. Por ello, los usuarios que adquirieron sus unidades en tiendas no deberían experimentar estos fallos.
Las pruebas de PCDIY! han revelado que los SSD que fallaban debido a la actualización de Windows 11 usaban versiones prelanzamiento y prefinales del firmware de ingeniería. Dado que todos los fabricantes de SSD que venden productos con controladores PHISON compran sus productos al fabricante original y los envían en grandes cantidades mediante herramientas de producción en masa, los SSD entregados a los consumidores ya usan el firmware oficial. Este firmware oficial ha sido probado y verificado exhaustivamente, y no presenta las anomalías que suelen observarse con el firmware de ingeniería.
Para quienes aún enfrentan problemas, se recomienda actualizar el firmware del SSD, aunque siempre con una copia de seguridad previa. Phison también aclaró que la ralentización de las unidades se debe a la saturación de la caché SLC durante transferencias masivas de datos, un problema que requiere un borrado seguro para su resolución, no solo un formateo del sistema.