Nintendo ha confirmado el cese definitivo de los servicios de reparación para la New Nintendo 2DS LL/XL a partir del 4 de septiembre de 2025, una medida que afecta a toda la familia de consolas portátiles 3DS. La compañía justifica esta decisión por la escasez de repuestos, lo que pone fin a más de una década de soporte técnico para una de sus líneas más icónicas. La New Nintendo 2DS XL, lanzada en 2017, fue el último modelo en recibir actualizaciones de hardware, y su salida del servicio de reparación sella el cierre definitivo de este capítulo en la historia de Nintendo.
El anuncio, difundido a través del canal de atención al cliente de Nintendo, detalla que la falta de inventario impide continuar con las reparaciones. La Nintendo 2DS original, presentada en 2013, fue diseñada como una opción económica y resistente, eliminando la función 3D y adoptando un formato de pantalla única. Su versión XL, lanzada cuatro años después, recuperó el diseño de concha tradicional pero mantuvo la pantalla 2D, consolidándose como una alternativa popular entre los jugadores.
El legado de la Nintendo 3DS
Aunque la producción de la familia 3DS concluyó en 2020, Nintendo mantuvo los servicios de reparación durante varios años. Sin embargo, con este anuncio, modelos como la 3DS original, la 3DS XL, la 2DS y sus variantes ya no podrán ser reparados oficialmente. La línea 3DS dejó un legado significativo, con 75,94 millones de unidades vendidas a nivel global hasta junio de 2025. Su biblioteca de juegos, que incluye títulos como Pokémon Sol y Luna y The Legend of Zelda: A Link Between Worlds, la convirtió en una de las plataformas más influyentes antes de la transición hacia el formato híbrido de la Switch.
Los propietarios de estas consolas deberán recurrir a talleres externos o al mantenimiento por cuenta propia si surgen fallos. Para muchos, este cierre refleja la evolución de la compañía hacia sistemas híbridos, dejando atrás las consolas portátiles tradicionales. Una de las cosas que más me molestan, quizá es que esta familia de consolas es más difícil de emular por su hardware específico, por ello la preservación de sus juegos se hace más dependiente del hardware que otras máquinas.