El pasado fin de semana, un conjunto de imágenes filtradas en redes sociales reveló detalles del desarrollo de Prey 2, la secuela cancelada del shooter en primera persona de Bethesda Softworks y Human Head Studios. Las capturas, que muestran una versión temprana del juego, incluyen secuencias de apertura, un vuelo inicial por la ciudad subterránea de Undercity, un prototipo de combate ágil y un tutorial de demostración. Aunque el proyecto nunca llegó a ver la luz, estos materiales ofrecen un vistazo a lo que podría haber sido.
Entre los fragmentos más destacados se encuentra un tutorial que presenta al protagonista, Killian Samuels, moviéndose por la ciudad a través de plataformas. La interfaz muestra elementos básicos como el mapa del mundo y el arma equipada, junto con su munición. Posteriormente, el jugador se ve inmerso en una secuencia de persecución, donde Samuels persigue a un objetivo mientras un menú radial despliega opciones tácticas. La demo también incluye una escena en un bar, donde un tiroteo con varios personajes no jugadores (PNJ) interrumpe la calma.
El destino de Prey 2 y su legado
Prey 2 estaba previsto para PlayStation 3, Xbox 360 y PC, y su desarrollo comenzó en 2009 tras la cesión de los derechos de 3D Realms a ZeniMax Media. Bethesda lo anunció oficialmente en 2011, destacando un cambio hacia un diseño de mundo abierto y un nuevo protagonista. Sin embargo, el proyecto fue cancelado abruptamente a finales de ese mismo año, cuando Human Head Studios ya estaba en fase casi alfa. Las razones oficiales nunca se revelaron, aunque Bethesda mencionó que no cumplía con las expectativas internas.
Durante años, circularon rumores sobre el futuro del juego, con Arkane Studios como posible desarrollador alternativo. En 2014, Bethesda confirmó la cancelación definitiva, y dos años después anunció que Arkane trabajaba en un reinicio de la franquicia. Este nuevo Prey, lanzado en 2017, conservó el nombre y la temática, pero no la continuidad directa con el trabajo de Human Head. El metraje filtrado ahora resucita el interés por lo que pudo ser, aunque sin confirmar si alguna vez verá la luz en su forma original.